Estamos ante un espacio para el verano de la Cadena SER, aunque su presentador se pregunta al principio si el programa, seguirá en septiembre. La propuesta se enmarca en una especie de “grupo de ayuda”, aunque con una diferencia importante: nadie tiene intención de mejorar. Cada entrega cuenta con un invitado famoso que confiesa una obsesión o manía que le atormenta, aunque conociendo a Maldonado, no acabamos de creer que se trate de un problema real.
Un presentador que se ríe de sí mismo
Burque lleva el contenido con bastante desparpajo. No intenta sonar profesional, ni tampoco hacerse el gracioso todo el rato. Es más bien como ese amigo que empieza a hablar en una sobremesa y de repente todo el mundo lo está escuchando. Se mueve bien en el terreno de la supuesta improvisación, se ríe cuando le entra la risa, e incluso se interrumpe a sí mismo a veces. Pero eso le da vida.
Además, comparte sin vergüenza sus propias “aparentes” rarezas, como el hecho de que no puede ir al baño en el hotel si su pareja está cerca. Y lo dice tal cual:
“¿Quién fue el primero que pensó que podía ser romántico ver cagar a tu pareja?”
Una estructura que no lo parece (pero funciona)
Aunque parece todo muy improvisado, el capítulo está bastante bien armado. Empieza con ese monólogo personal de Burque, con una sintonía de fondo que resulta algo molesta y no aporta demasiado. Luego entran los invitados, en este caso, Miguel Maldonado y otro “Miguel” que hace viajes extremos. Y finalmente aparece Vanessa, la psicóloga que cierra el episodio con un análisis más serio, pero sin ponerse pesada.
Todo gira en torno a una dinámica: cada invitado entra diciendo “Hola, me llamo X y me pasa una cosa”, como si fuera una reunión de terapia. Y a partir de ahí, comienzan las confesiones.
En esta primera entrega, Maldonado “sufre” una neura impopular, y es que odia viajar. Es de los que "ni a Alicante va si puede evitarlo", ya se sabe cosas de las rivalidades entre regiones vecinas. Lo cierto es que lo argumenta con su acostumbrado sentido crítico y humor. Para contrastar, el otro Miguel representa lo contrario: ha estado en más de 70 países y lo cuenta despertando interés. Aunque no estaría de más que nos dijeran cuál es su apellido, al menos, como muestra de cortesía hacia la audiencia y para poder ubicarlo mejor en algunos pasajes.
Según la sinopsis oficial, se trata de ver si ese viajero empedernido consigue convencer a Maldonado de levantarse del sofá en agosto.
Producción mínima, pero efectiva
En el mismo encontramos gente hablando, una elección discutible de la música de introducción que acompaña al monólogo. Y otra de cierre simpática (una versión de La vuelta al mundo en 80 días), que no sabes si es una parodia o un homenaje. Y con eso les basta.
No se necesita más, porque el alma del podcast está en lo que se dice y cómo se dice.
¿A quién va dirigido?
Yo diría que a la gente que disfruta escuchando a otros pensar en voz alta. Sobre todo, si tienes tus propias rarezas, te identificas con las que cuentan, y te has sentido juzgado alguna vez por no querer hacer lo que se supone que hay que hacer. Eso sí, no esperes soluciones, ni consejos vitales. Solo vas a escuchar a gente contando sus cosas, sin miedo al ridículo. Algo que puede reconfortar a más de uno.
No es un podcast para aprender, ni para estar al día. Es más bien para acompañarte mientras haces otras cosas. Como un colega que te cuenta una historia mientras tú cocinas, o vas en coche, o te duchas.
¿Recomendable?
Sí, pero con matices. Si eres de los que necesita orden, temas claros, análisis profundos, y creer al invitado famoso, puede que te desesperes un poco. Pero si te gustan las charlas con cierto tono irónico, sin filtro, con manías supuestamente reales y sin moralina final, te puede agradar.
Para acabar, hay que reconocer que la aparición de la psicóloga Vanessa tiene su punto. Lo hace con respeto, como al afirmar que “No todo es patología, ya que a veces son simplemente preferencias”. Y eso, en un mundo donde parece que todo tiene que tener diagnóstico, se agradece.
Javier el Busto (jelbusto@radioyentes.com)
Imágenes generadas con tecnología DALL·E 3 por el generador de imágenes de Bing