En el espacio de El Extraradio “Péinate que viene gente a casa”, son unos enamorados del género de la entrevista, del ritmo, el clima y el silencio que requieren. Ellos quieren recuperar las entrevistas largas porque saben que las conversaciones con gente interesante no suelen durar solo diez minutos.
Parten de la premisa de que recibir a gente en nuestra casa es la mejor forma de demostrarles que son importantes para para nosotros. Conseguir un clima distendido y relajado es imprescindible para que los invitados se sientan cómodos y la entrevista se convierta en conversación y en el mejor de los casos en confidencia.
Si el invitado lo prefiere se toman el café en su rincón preferido o pasean por ese parque que le trae buenos recuerdos, lo único importante es que no haya un reloj que determine el tiempo de la charla.Los invitados explican lo que ellos quieran y cómo ellos quieran. y Olga Ruiz se limita a escucharles y a ofrecerles una copa de buen vino.
COMO MUESTRA UN BOTÓN
Grande Marlaska: el juez persona 11/05/2015 (33:32)
Fernando Grande Marlaska ama su trabajo. Una vocación tardía le hizo llegar a uno de los cargos más importantes de la institución por antonomasia de la justicia española: Presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional. Marlaska es un tipo amable, afable en el trato y rápidamente nos hace sentir en nuestra casa, aunque su despacho sea todo lo frío e inhóspito que la burocracia impone. Viste un sencillo traje negro con corbata estrecha igualmente oscura que contrasta con el blanco absoluto de la camisa. Minutos antes de empezar la entrevista se afloja la corbata, como queriendo dejar el cuello libre por si en algún momento tuviera que tragar más de la cuenta. Tiene los ojos pequeños pero repletos de chispas. Grande Marlaska es un juez que se implica en lo que juzga, que toca tierra y anda con paso firme por los vericuetos de una justicia que ansía mucho más cercana para el pueblo. Poco amigo de conceder entrevistas, se sienta al lado de Olga Ruiz y comienza a charlar como si el reloj que lleva en su muñeca se hubiera detenido.