Nos hacemos eco de un articulo publicado hoy en The Telegrap, escrito por Helen Boaden, directora de la BBC Radio.
Cuando podría parecer que la radio es un medio de comunicación en declive, ella se pregunta porqué sigue viva. Centrada en la situación de sus país, nos dice que 48 millones de oyentes siguen escuchándola, forma parte de la vida británica, de las actividades diarias de los oyentes, nos mantiene informados, es una compañera fiable y de confianza, nos da tranquilidad, proporcionándonos la banda sonora de nuestras vidas.
Sin embargo, en los más de 90 años desde las primeras tentativas de Marconi, los retos del medio se agudizan, los hábitos de consumo están cambiando, nos hemos acostumbrado a recibir contenido cuando y donde lo queremos, en Gran Bretaña hoy en día hay más contratos de teléfonos móviles que personas, y los teléfonos inteligentes presentan desafíos obvios a un medio diseñado para la escucha y no la vista.
Por otro lado la competencia se ha disparado, tenemos más opciones que nunca, gracias a Internet, los servicios de música en streaming están creciendo en popularidad y posibilidades, y gigantes como Apple y Amazon han despertado al potencial de la radio.
Ante este panorama, la radio no esta muerta para Helen, como lo dicen las principales figuras de la industria que en el Festival de Radio 2015 insisten en que el medio es sumamente resistente. Está sufriendo por el auge de otras tecnologías y nuevos hábitos, pero sigue teniendo la ventaja de la inmediatez de cara a esa necesidad de satisfacción inmediata. Sin olvidarnos de que nos proporciona -sobre todo- una gran relación, en la que sentimos la intimidad y la confianza con los que la hacen, además, sigue siendo simple, barata, portátil y sobre todo personal, cualidades echas a medida para el mundo digital, así que larga vida a la radio -eso si- sin despintarse de todo lo que sucede alrededor.